Deducciones fiscales i+d+i para empresas

Haz que tu inversión en innovación rinda más: Guía de deducciones

Las deducciones fiscales por Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) representan un valioso incentivo fiscal aplicable en el Impuesto de Sociedades, dirigido a aquellas empresas que apuestan por la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica.

Reguladas por el RD 1432/2003, estas deducciones se han convertido en una herramienta clave tanto para pymes como para grandes corporaciones, ya que permiten que la inversión en innovación rinda más. Además, la Ley de Apoyo a los Emprendedores incluye medidas para que las empresas soliciten el abono en caso de que las cuotas no alcancen los importes correspondientes a la deducción.

¿Por qué son tan interesantes las deducciones fiscales i+d+i?

  • Las deducciones fiscales por I+D+i no tributan, contribuyendo a la rentabilidad de la inversión.
  • Los porcentajes de la deducción son muy elevados.
  • Son compatibles con otras ayudas, proporcionando flexibilidad para que la empresa se acoja a otras subvenciones o deducciones sin tener que hacer complicados cálculos para escoger.
  • Los proyectos de I+D+i pueden abordar varios objetivos y llevarse a cabo en un periodo plurianual.
  • Se pueden aplicar en un plazo muy largo: hasta 18 años.
  • Ofrecen seguridad fiscal y jurídica.
  • No están sometidos a la concurrencia competitiva.

¿Qué se considera I+D+i?

Por una parte, se incluye la investigación que suponga el descubrimiento de conocimientos científicos y su aplicación. Esto cubre, por ejemplo, el diseño de nuevos procesos de producción o el desarrollo de materiales innovadores. También se incluyen otras cuestiones, como la creación de prototipos, los muestrarios o el desarrollo de software y aplicaciones, dentro del concepto de innovación tecnológica.

Deducciones fiscales i+d+i

Se trata de un abanico amplio de actuaciones pero, en resumen, son aquellas que cumplen los criterios de novedad o mejora sustancial y avance tecnológico, si bien pueden encajar también actuaciones relacionadas con la innovación dentro de la propia empresa.

En general, el porcentaje de la deducción aplicable a los gastos relacionados con la investigación y el desarrollo es del 25%, pero puede inscrementarse hasta el 42% en determinados supuestos.Para las actividades de innovación tecnológica, es del 12%.

En resumen, se trata de unas deducciones muy interesantes que cualquier empresa debería aprovechar para amortizar su inversión, a la ves que incrementa la calidad de sus productos y mejora su competitividad en el mercado.

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *